Zacatecas, Zac.- Ante un numeroso auditorio, congregado en el patio principal de la Antigua Casa de Moneda, hoy Museo Zacatecano, la actriz Leticia Perdigón protagonizó la lectura en atril del programa de fomento a la lectura Leo… luego existo, implementado por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) y auspiciado aquí por el Gobierno de Zacatecas.
Fragmentos de la obra de Inés Arredondo, en el marco conmemorativo del 95 aniversario de su nacimiento; algunas piezas poéticas de León Felipe en el exilio, y otras más de Jaime Sabines, regaló a su público de Zacatecas, en este evento coordinado por el Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) “Ramón López Velarde”.
La noche de lecturas abrió con “En la sombra”, una pieza dedicada a Juan García Ponce, de Inés Arredondo. Antes, Perdigón habló de su experiencia en la lectura de la escritora sinaloense, autora de Los Espejos, de la que dijo es una lectura llena de soledad, de desamor; la obra de León Felipe le trajo a la memoria su abuelo, un refugiado en este país, y de la Tía Chofi, de Jaime Sabines, la tía de cualquiera de los escuchas, dijo.
El público agradeció con su atención, asombro y aplausos, la visita de Leticia Perdigón, cuya larga trayectoria se finca en su debut en la telenovela “Mi rival”; posteriormente, realizó la película “Eva y Darío” en 1973, al lado de las primeras actrices Ana Luisa Peluffo y Norma Lazareno.
Leticia Pedigón ha tenido una carrera ininterrumpida de cine y televisión, en 1975 sus más notables películas fueron “Presagio”, de Luis Alcorza; de la que guarda gratos recuerdos y anécdotas que compartió con los zacatecanos; “La otra virginidad”, “Bellas de noche” y “Las fuerzas vivas”. Entre sus participaciones en la pantalla chica destacan “Al diablo con los guapos”, “Hasta que el dinero nos separe”, “Leonor”, “La fuerza del destino”, de Rosy Ocampo; “Por ella soy Eva”, por mencionar algunas.
Actualmente continúa su participación de manera permanente en los programas de fomento a la lectura que el INBAL impulsa al interior de la República Mexicana y la Ciudad de México; “¡Leo… luego existo!” y “¿Quieres que te lo lea otra vez?”.